Iván Montes: “Hay que reconocer a los trabajadores que están en el corazón del negocio”
Para nadie es un misterio que la Refinería de ENAP en Hualpén es una de las empresas importantes y estratégicas con que cuenta la Región. En concordancia con eso es el peso que tiene el Sindicato ENAP Petrox, organización con una historia marcada por el rol que jugó para el rearmado de los grupos sociales, estudiantiles y sindicales durante los años ’80 en Concepción. Por lo mismo, hablamos con Iván Montes, presidente de esta destacada agrupación, para que con su experiencia nos diera algunos consejos respecto a la negociación colectiva que debemos afrontar.
Lo primero que nos señala es que el escenario actual para negociar es complejo. Sin embargo, es optimista y no ve imposible llegar a acuerdos. Sí alerta sobre las expectativas y llama a ser responsables y aterrizados con el discurso que se entrega a las bases “para establecer una cuota de realismo y que la negociación colectiva no se transforme en un proceso decepcionante y que lleve a los trabajadores a pensar que el sindicato no sirve para nada”. Recuerda que diariamente los medios nos dicen que va a haber una recesión mundial y que Chile se verá afectado, de ahí su opinión que “cualquier organización sindical que quiera negociar hoy día, va a tener que poner en la juguera toda la inflación y la solicitud de sus bases sobre el aumento del costo de la vida. Si mi contrato colectivo no tiene reajuste por IPC o si tiene partidas en UF o UTM, hay que ver cómo se van a reajustar esos valores. Esas cosas hay que visualizarlas”.
También apunta a la importancia de que los dirigentes sepan cuanto vale su contrato colectivo. “Estudiar las cláusulas y revalorizarlas es un trabajo técnico que es importantísimo, es la mitad de la negociación. Saber bien que espacios puedes transformar o reasignar o crear algunas cláusulas y partidas. Como dirigente sabes que no se ocupa todo, por eso uno tiene que saber distinguir de donde sacar un poquito de “grasa” y transformar eso en liquidez o en un bono”. Aconseja, además, hacer un cálculo de expansión del contrato colectivo para ver por dónde y cuánto se puede crecer. Por ejemplo, dice qué si se apunta a aumentar en un 1,2%, poder medir si se llegó a eso o a una cifra inferior y poder cuantificar en dinero. Si las cláusulas están en UF o UTEM puede ser una opción de acceder a una reajustabilidad indirecta. “Muchas empresas les dicen a sus trabajadores, no te puedo reajustar el sueldo, pero tienes todas estas cláusulas en UF o UTEM que siempre están creciendo”.
Aconseja que al momento de definir los incrementos salariales se opte por hacerlo de forma diferenciada para reconocer de cierta manera a los trabajadores que “están en el corazón del negocio” y como una forma de mantener la gobernanza en la organización. “Un grupo de socios que ve que no son atendidos, que sienten que están al final de la cadena, es más probable que si la empresa les ofrece formar un grupo negociador acepte o incluso que formen otro sindicato. En la mirada global uno tiene que tener esas variables en la mesa. Los dirigentes sindicales tenemos que ser capaces de consolidar beneficios transversales y por otro lado buscar inteligentemente cláusulas diferenciadoras”.
Otro punto de debate en toda negociación es si apostar por aumento de remuneraciones o mejores bonos de término de conflicto. Para Iván Montes, la liquidez es importante para muchos trabajadores. “Muchas negociaciones se definen en mejorar cláusulas vegetativas o aumentar el bono de término. Lo único que hace el empleador es tirar un dulce con una plata que va a pagar una sola vez, pero que también sale del monto total del contrato colectivo”. Reconoce que esta es una realidad que se da en la mayoría de los sindicatos porque “la principal urgencia de los trabajadores es como generar liquidez. Hay muchos a los que no les importa vender o transformar cláusulas en bonos, tanto así que convierten esto en una primera bandera de lucha. Van a pasar muchas décadas para que podamos subsanar este concepto del individualismo”.
A la hora de hablar de la fuerza que debe tener un sindicato para sentarse a negociar, dice que ésta reside en “sus bases, en que las asambleas se realicen al menos con la mitad de los socios, se refleja en cosas tan sencillas como la tasa de participación y en cuantos candidatos se presentan en una elección sindical. Son esos números los que le sirven al dirigente para decirle a la contraparte, me estoy sentando con 700 u 800 trabajadores. Es un recurso con el que no hay que blufiar ni mal usarlo. Tiene que notarse la presencia de la base sindical, de lo contrario se debilita la organización”. En esa misma línea, destaca la función de los sindicatos en la sociedad chilena. “No existe en el país otra organización que permita negociar mejores condiciones de vida, trabajo, seguridad social, salud, educación, vivienda. Lo que hoy día está tratando de poner por escrito la nueva constitución, los sindicatos lo llevamos haciendo hace años. A los sindicatos hay que darles valor, sentido, hay que cuidarlos”.
Sobre las estrategias para interpretar en el contrato colectivo a todos los segmentos de la institución, apunta a conversar con representantes, delegados o grupos de interés que llevan la conducción del sindicato por debajo. “Estos grupos son algo natural, el mundo se mueve así. Hay que hacer sondeos y tener acercamientos previos”. Sin embargo, invita a ser cuidadoso con la cantidad de personas que puedan participar de estas instancias según el contexto económico o institucional que se esté viviendo. “Cuando la mesa es generosa es bueno que haya abundancia y hacer una cosa más amplia, pero si sabes que tienes un tema de estreches económica, hay que ser más cauto y cuidar las expectativas”.
Por último, se refiere al crecimiento de los estándares que se incluyen en los contratos colectivos originado, a su juicio, en que “hoy en día las empresas e instituciones modernas ya no hablan de relaciones laborales, sino de derechos humanos en materia laboral y más todavía cuando son organizaciones que están ligadas a la educación superior, pues es mucho más relevante que se respeten los grandes acuerdos que hay a nivel mundial en materia de trabajo, los acuerdos establecidos por la OIT”.
gracias por la entrevista. iempre hay algo que destacar en la experiencia externa Creo que hay que apoyar las propuestas que sean mas permenentes en el tiempo y no dejarse llevar por los bonos que pueden ser tentadores pero finitos. La huelga debe ser la última carta a jugar y no predisponer a la masa de trabajadores antes de negociar. Hay que elevar en nivel de negociación a propuestas sustentables en el tiempo y mantener a los socios y socias informados en forma permanente con veracidad.
Muchas gracias por tu gentil comentarios, estaremos prontamente en contacto
saludos
Sindicato de Trabajadores UCSC