Equidad laboral entre hombres y mujeres, un tema sin resolver
Recientemente se publicó el Women in Work Index 2022, realizado por la consultora británica PwC. Dentro de sus resultados se indica que en Chile un 10% de las personas que son parte de los directorios de las empresas son mujeres, eso pese a que la participación femenina en la fuerza de trabajo ha mostrado un repunte luego de dos años de pandemia y alcanzó el 52,5%. Estos datos ubican al país en el puesto 31 dentro de la OCDE, superando solo a México y Corea.
El estudio da cuenta que a nivel mundial existen brechas importantes entre hombres y mujeres. Por ejemplo, se señala que para lograr un equilibrio entre la fuerza laboral masculina y femenina deberían pasar 33 años, sólo para que las damas alcancen los números que hoy registran el 80% de los varones. En cuanto al desempleo, son 9 los años que las mujeres deben esperar para ver una paridad. Más abismal es la diferencia en la tasa de empleo femenino a tiempo completo y en igualdad salarial, donde la brecha tardaría 67 y 63 años, respectivamente, en cerrarse.
Otro caso de desigualdad de género se da en las cuentas de capitalización individual, pues según un reportaje de Diario Financiero, las mujeres realizan en promedio menos cotizaciones y por menos dinero. De hecho, el imponible promedio de los hombres llegó en 2021 a los $1.058.260 mientras las mujeres marcaron un promedio de $928.816, lo cual se explica en las remuneraciones más altas de los trabajadores hombres. Las diferencias se extienden a los productos de ahorro voluntario, pues de las más de 3 millones de Cuentas 2 operativas en el país, solo un 39% de sus titulares son mujeres. En las APV los números son parecidos, ya que el ahorro femenino alcanza un 40%.
En el caso de la Universidad Católica de la Santísima Concepción se ha avanzado en equidad, al menos en el acceso de las damas a cargos de alta responsabilidad, lo cual queda reflejado en las 4 mujeres que son Autoridades Superiores, de las 7 que son parte del Consejo Superior y de las 8 que se desempeñan como directoras de una de las 18 direcciones administrativas que posee la casa de estudios. Teniendo en cuenta lo anterior, Gisela Garcés, secretaria del Sindicato UCSC afirma que “hay mujeres en cargos tremendamente importantes y estratégicos en la Universidad y se puede mejorar más”. Tan importante, como que cada vez haya más mujeres en puestos de relevancia, es para la dirigente que elección de esos cargos no sea porque “tiene que haber un número de mujeres dentro de un grupo de hombres. Independiente de eso, la mujer que llega a un cargo superior, si queremos igualdad, debe ser por merito, no porque te tocó o porque tenía que hacerse según la ley.”
Donde sí nota una falta de equidad es en la carga de trabajo. “Las mujeres que son mamás tienen responsabilidades paralelas que no tienen los hombres”, dice Garcés y aunque reconoce que los tiempos han cambiado y que ellos se están comprometiendo más con la crianza de los hijos, el peso de todo lo que ocurre en la vida de un niño sigue recayendo, generalmente, en la madre. “Cuando la mamá trabaja tiene que cumplir con su trabajo y con el cuidado parental, por eso creo que el trabajo de la mujer es más pesado.”
Gisela Castillo, directora del Sindicato señala que en el caso de la Universidad existen escalas administrativas y académicas por lo que la diferencia salarial según el sexo del trabajador no es relevante, aunque aclara que existen otro tipo de desigualdades. “Una persona de la Facultad de Medicina no gana lo mismo que una persona de FACEA o de la Dirección de Personas. En estos casos los sueldos dependen del presupuesto asignado a cada unidad, por eso la diferencia entre sueldos”. Castillo también se refiere a que en algunas unidades de la Universidad se prefiere contratar varones porque en su opinión “aún existe la discriminación de que la mujer tiene más roles que cumplir y que por eso va a tener un menor rendimiento laboral.”