Una despedida que siempre cuesta
Dejar una institución en la que se han pasado varios años e incluso décadas, sin duda es una decisión que cuesta tomar. El dejar atrás amigos, colegas, historias e incluso la rutina del trabajo no es fácil, porque nos negamos a soltar rostros y situaciones que nos son familiares y que nos hace sentir parte de algo más grande.
Por: Álvaro Barriga Mongrave
Con 39 años de labor en la Universidad (32 años contratada por la UCSC y 7 dependiente de una empresa externa), Ana Placencia Torres es una de los trabajadores que se acogió a retiro voluntario y que fueron reconocidas en el marco de las actividades por del Día del Trabajador Universitario, celebrado la semana pasada. “La Universidad era mi casa. Los alumnos me trataban de tía y para mí eran como mi familia”, dice emocionada, mientras recuerda que cuando egresaban se iban a despedir. “Hasta el día de hoy, donde me los encuentro me reconocen como tía”.
Sobre su paso por la UCSC, solo tiene buenos comentarios. “Me voy agradecida, porque durante los años de trabajo recibí mucho apoyo de la Universidad. Salgo por la puerta ancha”. Pese a ese sentir, también reconoce que se va con una espina clavada por culpa de la pandemia, pues les impidió despedirse como correspondía, situación que reconoció el propio Rector Christian Mellado durante su discurso del Día del Trabajador Universitario. El tiempo de Ana será ahora para cuidar a su madre de 90 años y a su nieto de 9.
Luis Álvarez Torres estuvo una década en la Universidad como jardinero, aunque él define la labor que ejerció por años como auxiliar de patio. “Me gustó mucho trabajar acá, porque el trato al trabajador fue bueno de parte de los jefes. En comparación a otros trabajos, este es el que más me ha gustado”. Comenta además, que durante el tiempo que se desempeñó en la institución se esforzó por mantener un buen ambiente y llevarse bien y mantener una buena comunicación con todos.
Sobre lo que hará ahora, dice que descansar, pero entre comillas, porque está abocado a otros proyectos personales. “Gracias a Dios todo ha funcionado bien y ahora estoy en eso. Es importante que la persona se mantenga ocupada, tanto mental como físicamente. Eso lo hace sentirse una persona activa.”