Ana María Muñoz: “Acá tenemos una gestión más paternalista con los estudiantes”

Ana María Muñoz: “Acá tenemos una gestión más paternalista con los estudiantes”

Cañetina de nacimiento, dejó su ciudad por 22 años, tiempo en que estudió técnico en prevención de riesgos y posteriormente la ingeniería en la misma especialidad. Su regreso a la Provincia de Arauco coincidió con temas familiares y con su ingreso al Instituto Tecnológico UCSC de Cañete en 2011. Desde ese año hasta el 2014, Ana María Muñoz Fierro se desempeñó como docente part-time, para luego asumir como Encargada del Área de Prevención de Riesgos de la sede en jornadas, primero de 11 horas y posteriormente de 22.  

Fue en 2019 que se hizo cargo, de forma interina, de la Coordinación Docente del IT, siendo ratificada en el puesto en mayo de este año. Desde ahí, recuerda lo que han sido estos 11 años en la Universidad. “Estar acá ha sido muy satisfactorio. Me agrada trabajar aquí porque soy católica y me hace mucho sentido el sello de la institución. Me encanta su misión y visión”. Destaca el ambiente familiar que se vive día a día y el tener la oportunidad de ver el desarrollo de los estudiantes pese a todas las dificultades que deben enfrentar. “Es un logro importante, porque en muchos casos es el primer profesional que se forma en la familia. El ser parte de esa historia, me llena de orgullo.”

Reconoce que son una sede particular por estar ubicados en una ciudad pequeña, si se compara con Talcahuano, Los Ángeles o Chillán y porque un buen número de sus alumnos proviene del mundo rural, lo que incide en ciertas habilidades blandas de los jóvenes. “Ellos no tienen la experiencia de relacionarse con personas que tengan una situación diferente. Hay muchos que son muy tímidos o que tienen problemas para enfrentar a un grupo”. El resultado, según nos cuenta, es que se ejerza una gestión muy paternalista con los alumnos, pues en su opinión “es lo que debemos hacer para aportar no solo en su formación profesional, sino también como personas. Tratamos de brindarles el máximo de ayuda interdisciplinaria.”

Agrega que su propia experiencia de vida le ha servido para aconsejar a los estudiantes cuando ha sido necesario. “Yo estudié mi carrera de forma diurna y vespertina. También tuve que estudiar y trabajar al mismo tiempo, lo que me obligaba a viajar de un sector cercano a Cañete a Talcahuano, todos los jueves, viernes y sábado. Eso me ha ayudado para entender a un estudiante trabajador, con hijos u otras responsabilidades. Transmitir esa vivencia y darles a conocer a los jóvenes que es posible, que se puede salir adelante.”

Sobre el conflicto que afecta a la Provincia de Arauco y a gran parte de la Región de la Araucanía dice que es algo muy doloroso, porque han sido testigos de “como se apaga la riqueza que puede tener la zona. Hemos perdido mucho en el área turística. Se ha perdido la libertad que existía años atrás de poder salir tranquilos. Se vive con cierta incertidumbre. Eso uno también lo siente por los estudiantes porque al venir de sectores rurales, deben pasar por lugares en que puede estar en riesgo sus vidas.”

Sobre las visitas que la directiva sindical ha realizado a las distintas sedes, dice que “es una buena instancia y muy necesaria, porque si bien hoy los canales de comunicación son muchos, la presencialidad tiene otro valor. No es igual sentirse leído que escuchado. Se genera una comunicación más completa y sincera”. También encuentra positivo que los dirigentes del Sindicato puedan recorrer las instalaciones para que puedan visualizar donde están los problemas. “He visto por Redes Sociales que han estado en todas las sedes y unidades, lo que es muy bueno.”

De cara a la negociación colectiva, le pide al Sindicato que piense en la equidad porque hay desigualdades que deben ser corregidas. “Es injusto que un trabajador de 33 horas o más tenga beneficios respecto a los hijos que otros no o que el bono por defunción de un padre sea la mitad para un trabajador de 22 horas, respecto a uno de 44. ¿Por qué es la mitad, si el dolor es el mismo? No muere solo la mitad de ese familiar. En conceptos como esos hay que ser más igualitarios”, concluye.