Jessica Oñate: “Este sindicato ha sido más cercano a las necesidades del trabajador”
Reconoce que nunca tuvo la intención de trabajar en la Universidad. De hecho, su labor en el Sanatorio Alemán tenía muy poca relación con la que ejerce actualmente, pero cuando le ofrecieron la opción de llegar a la UCSC, no lo dudó. “Lo encontré fantástico y una tremenda oportunidad, porque a mí me fascina la cultura y el arte”, explica Jessica Oñate Aravena, asistente de la Dirección de Extensión Cultural y Universitaria. Ya hace 21 años de esa decisión que ella define como una “experiencia súper enriquecedora” y que comenzó con la administración del Aula Magna, cuando ésta estaba ubicada en el Palacio Arzobispal, frente a la Plaza de la Independencia. Con una sonrisa, remata: “soy la más antigua de mi dirección”. Pero trabajar en cultura y arte en una ciudad como Concepción, donde los lugares de exposición son reducidos, también ha implicado un desafío. Afortunadamente, durante dos décadas le tocó trabajar codo a codo con la ex directora Gloria Varela, quien siempre luchó por abrir espacios. “Ella abrió el Aula Magna y las salas de exposición para los artistas locales y emergentes y para los pintores que no tenían donde mostrar su arte. La Universidad fue un lugar de oportunidad para muchas compañías de teatro y artistas que estaban recién partiendo.” Sobre su labor en el Edificio Central del Campus San Andrés, reconoce que ha sido difícil por lo alejado que está del centro de la ciudad. “Si bien es cierto, tenemos una sala de teatro que es acogedora, cuesta mucho acercar al público penquista a este espacio, pues quienes asisten a nuestros eventos es más público externo que interno”. Dificultad aparte ha sido el contexto social y sanitario que vive el país desde 2019 y que obligó a poner freno con muchos proyectos. “Después de algunos años, habíamos logrado tener un público cautivo, pero con el estallido social y la pandemia hubo un retroceso. De alguna manera, el público se acostumbró a las pantallas, a que pueden ver un concierto, una obra o hacer visitas online de muchas salas desde la comodidad de su casa. Traerlos de regreso, es un poco partir de cero.” Recuerda que antes de la pandemia la oferta de eventos era importante y variada, con presentaciones de teatro, danza, ensamble, festivales de teatro, encuentros de coro y encuentros de bandas de rock escolares y universitarias. Lamentablemente, con el Covid fue imposible seguir haciendo actos presenciales. “Estamos tratando de retomar algunas actividades de a poquito, pero con cierto temor y cuidando los presupuestos también”. Jessica sueña con volver a tener en cartelera a artistas de la talla de la pianista rapanui Mahani Teave o conciertos como el de los Tres Tenores o el de los Tres Sopranos. “Teníamos actividades con artistas locales y espectáculos más nacionales que venían de Santiago.” Pero el trabajo no se reduce a la presentación de los artistas en la Universidad. Hay toda una labor de producción y tras bambalinas que disfruta mucho. “Se ve un catálogo y se le ofrece venir al artista. Siempre nos han dicho que sí. Ahí comienza toda una programación, revisar la ficha técnica para saber que tenemos y que hay que contratar, ver el hotel, el aeropuerto, conversar para ver la posibilidad de programar otras actividades en el centro de Concepción. Es todo un despliegue que la persona que viene a la actividad no lo ve y que no termina con el fin del espectáculo. Después queda despedir al artista, llevarlo al hotel, ir a dejarlo al aeropuerto. Es un trabajo súper entretenido.” Sobre la labor sindical dice que ha visto pasar a varias administraciones y que durante un tiempo no estuvo sindicalizada, pero destaca que la actual directiva y un poco la anterior, han hecho un
gran esfuerzo por visibilizar el trabajo que realizan los funcionarios dentro de la Universidad. “Siento que el sindicato, hace unos 5 años, ha sido más cercano a las necesidades del trabajador. También estamos más informados de la labor que realiza, porque antes se visibilizaba solo en las negociaciones colectivas. Hay un trabajo que uno puede ver más cercano, con un reporte mensual. Ahora me siento más segura con la labor del sindicato”. En cuanto a como llega esa información a los socios, dice que “están ocupando las redes sociales, también están ocupando más el correo como fuente informativa y eso se agradece. Creo que hay un trabajo más ejecutivo.” También tuvo palabras para las reuniones que está sosteniendo la directiva con los trabajadores en cada una de las sedes de la Universidad, pues en su opinión es una manera de reducir las diferencias que sienten los funcionarios de los IT respecto a los del Campus San Andrés. “De cierto modo de esta manera se está cortando esa brecha. Me gusta que se pelee por los mismos beneficios, porque todos somos trabajadores de la UCSC”. Agregó que está contenta de que las oportunidades se abran para los funcionarios por igual y porque ve que también hay preocupación de las condiciones en que se trabaja. “Por ser una universidad católica, todos deberíamos trabajar de una forma digna.” Finalmente se refirió a lo que en su opinión le falta al sindicato para generar una mayor vinculación. “Comisiones de trabajo que estén más presentes en el ámbito social. Que se puedan incluir equipos de trabajo para apoyar a hogares de menores o de ancianos. Realizar intervenciones en las familias que tenemos en la Universidad, porque nosotros, quizás, también tenemos un familiar postrado o hijos con capacidades distintas. Equipos multidisciplinarios que puedan colaborar internamente en situaciones especiales dentro de los mismos funcionarios.”