Carlos Durán: por un Sindicato más cercano e integrador
Desde su ingreso a la UCSC, en marzo de 2008, se ha desempeñado como guardia de seguridad y auxiliar en los campus San Andrés y Santo Domingo. Son 14 años los que Carlos Durán lleva ligado a la Universidad, tiempo en el que reconoce ha tenido “altos y bajos, como en toda familia. He pasado por situaciones laborales y personales, pero las he sabido sobrellevar porque tengo la convicción de que las cosas, con respeto, siempre llegan a buen término.”
También dice que los años lo han hecho evolucionar, aunque aclara que mantiene sus convicciones intactas y una personalidad que lo hace darle una vuelta a todo intentando encontrar soluciones. Son quizás esas características las que han hecho que por 2 períodos sea el presidente del Comité Paritario de Santo Domingo y que además integre el Consejo Interno de la Facultad de Derecho y que haya presidido la Comisión de Retorno Seguro. “Estoy en todas. Soy una de las pocas personas que en el tiempo de la pandemia venía a darme una vuelta, lo que ha sido reconocido por las autoridades de la Facultad”. Además, recientemente, asumió la colaboración al personal administrativo de su sede.
Esto último, sumado a los consejos y motivación de los propios alumnos lo han hecho pensar en estudiar, pero reconoce que por ahora es difícil. “No es falta de ganas, pero se deben dar una pila de factores para poder hacerlo”. Lo cierto es que Carlos a lo largo de sus años de trabajo ha logrado una buena preparación y experiencia. “Tengo cursos en otras empresas en las que trabajé, en el rubro de la manufactura. Tuve gente a cargo, tengo cursos de liderazgo, integración, de manejo de personal, tengo varios cursos.”
Respecto a su relación con los estudiantes, dice que Santo Domingo es especial por ser más pequeño, es una Facultad donde los alumnos apenas entran sienten que son queridos y que los funcionarios están atentos a sus problemas e incluso dispuestos a cumplir ciertos favores. “Yo trabajé en San Andrés como guardia y allá la relación es un poco más fría”, apunta, sin esconder el gran cariño que le tiene a la sede en que se desempeña.
Consultado sobre las dificultades que ha enfrentado desde su cargo en el Comité Paritario, es claro en señalar la falta de un presupuesto propio como el principal obstáculo. “Otras universidades lo tienen, pero acá no tenemos eso para que la Universidad diga, por ejemplo, contamos con un pozo de 10 millones divisible entre los comités para proyectos, arreglos, capacitaciones, congresos y cosas así. Eso se hecha de menos, porque yo he hecho proyectos de mejoramiento en seguridad que favorecen a administrativos, profesores y estudiantes, pero mueren en los informes”. Recuerda que en 2015 entregó una propuesta que volvió a presentar en 2019, repitiendo casi en un 60% su contenido. Pese a esos dos intentos, cuenta, sólo el 5% de los problemas a los que hizo mención se han solucionado. “Uno tiene las ganas de hacer cosas, pero lamentablemente no hay financiamiento para hacerlo. No queda otra que adecuarse a las políticas de la Universidad.”
Ante la pregunta ¿qué le falta al Sindicato?, lo resume en una sola palabra: integración. Y es que para Carlos el organismo de trabajadores tiene la tarea de saber llegar y escuchar a todos y en ese esfuerzo debe generar instancias de diálogo distintas a las asambleas. “Debe hacer que se note un acercamiento, porque nosotros y los institutos nos sentimos alejados de la hoja de ruta, nos sentimos aislados y poco integrados. Queremos sentirnos escuchados”. Por lo mismo, cree que las reuniones de la directiva sindical con los trabajadores en cada una de las sedes es el camino a seguir.
Insiste que abriendo espacios para escuchar a los que no son escuchados se puede lograr una mayor participación y compromiso. “Así más voces se levantarían, más ideas se verían y a lo mejor, más cosas se podrían hacer y las personas quedarían con la satisfacción de sentir que su voz fue escuchada”. También le pide al Sindicato que sepa representar a los trabajadores en las reuniones con las autoridades de la Universidad, que negocie de manera más amplia, entendiendo que hay cosas que van más allá del dinero y que pueden contribuir a que los trabajadores se sientan más tranquilos.